
Hablar de Barcelona es hacerlo del mayor de sus signos de identidad, el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.
SÃmbolo indiscutible de la ciudad, esta magnÃfica obra arquitectónica en continua construcción aglutina en sus cimientos el trabajo de algunos de los mejores artistas, arquitectos y artesanos del último siglo, asà como los donativos de cientos de miles de personas anónimas.
No en vano, su construcción fue impulsada por Josep Bocabella, un librero preocupado por la expiación de los pecados de la ciudad moderna (tal es el objetivo de las donaciones voluntarias).
En 1882 se coloca la primera piedra de esta iglesia modernista. En un inicio, la Sagrada Familia fue encargada al arquitecto Francesc de Paula Villar, pero tan sólo un año después el joven Gaudàse hace cargo de la obra, una de las más ambiciosas que consta en su haber.
Cuando Antoni Gaudà muere en 1926, deja finalizadas la cripta y la fachada lateral del Nacimiento, ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad, además de un valioso legado en forma de maquetas y dibujos que permiten la continuidad de las obras según la idea original.
A pesar de las voces internacionales alzadas en contra de la continuación de las obras una vez muerto el genio, en 1952 un conjunto de arquitectos decide proseguir con la construcción. Se levanta entonces una nueva fachada, la de la Pasión, en la que destacan unas esculturas de Josep Maria Subirachs, quien incluso se trasladó a vivir a las instalaciones del templo.
La visita
La Sagrada Familia debe ser contemplada como un todo simbólico. Tiene tres fachadas monumentales: la dedicada al Nacimiento, la consagrada a la Pasión y la de la Gloria, la mayor, destinada a alabar la fe religiosa. Las cuatro torres de cada fachada simbolizan, en conjunto, los doce apóstoles y la torre cupular que rematará el ábside cuando la iglesia se acabe (se calcula que hacia 2030) será una alegorÃa de la Madre de Dios. Sobre el crucero se alzará una aguja central simbolizando al Salvador y, a su alrededor, cuatro grandes torres nos recordarán a los cuatro evangelistas.
Nada más entrar, encontraremos un museo monográfico muy útil para repasar la historia del edificio y entender muchas de sus representaciones. No puede dejarse de ascender hasta la cima de las torres, a pie o en ascensor (2,5 euros), y contemplar la magnÃfica vista de Barcelona. Además, se recomienda quedarse hasta la puesta de sol, cuando se encienden las luces que iluminan la fachada del Nacimiento.
Los horarios de visita varÃan según la estación del año: de 9:00 a 18:00 de octubre a marzo y de 9:00 a 20:00 de abril a septiembre. Los dÃas 1 y 6 de enero y el 25 y 26 diciembre se abre sólo en horario de mañana, de 9:00 a 14:00. La tarifa de entrada normal es de 12 euros (descuentos para jubilados, estudiantes y menores de 18 años), siendo con guÃa o audio guÃa de 16 euros. Para más información o reserva de visita guiada en alguno de los idiomas disponibles, llamar al 932 080 414 o escribir a informacio@sagradafamilia.org.
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