
Barcelona es una ciudad que gracias a su gran diversidad de paisajÃstica, gastronómica y tradicional, es susceptible de ser visitada en cualquier época del año. Cada estación nos presenta una nueva cada de la urbe, cada mes arranca colores diferentes a la escena, cada cambio de temperatura lleva nuevas fiestas a la calle y nuevos ingredientes a la mesa.
Invierno
Invierno es una buena época para acudir a Barcelona. Su ambiente cosmopolita y navideño está a la altura de otras grandes capitales europeas, a la vez que sus temperaturas moderadas la convierten en un destino mucho más apetecible. Un mes antes de Navidad, se encienden las luces de toda la ciudad y se coloca el mÃtico pesebre de la Plaça Sant Jaume. Se trata también de la temporada del calçot (aunque ésta puede empezar en octubre y alargarse hasta finales de abril), una clase muy especial de cebolla tierna que se hace a la brasa y se paladea con la exquisita salsa romesco.
Es originario de la zona del Alt Camp, pero se puede encontrar en algunos restaurantes de la ciudad condal.
Primavera
La estación temida por todos aquellos que son alérgicos al polen (en Barcelona se acentúa por la masiva presencia de plátanos que invaden sus calles), es también un buen momento para descubrir la ciudad. El verde invade los parques, las montañas que delimitan la ciudad se visten de flores y tiene lugar una de las fiestas más emblemáticas y coloridas de la ciudad: Sant Jordi.
El 23 de abril centenares de paradas de libros y rosas toman las calles de la ciudad, conformando un ambiente mágico. Los ciudadanos pasean tranquilamente o se afanan en comprar un obsequio para sus parejas (un libro para ellos y una rosa para ellas). El mejor lugar para vividlo es son las Ramblas.
Verano
El verano es la estación preferida por muchos para descubrir Barcelona. Tiene múltiples ventajas: el cielo es azul impoluto, el sol brilla con todas sus fuerzas, las playas están en su máximo esplendor, las plazas y callejuelas rebosan de terracitas, los chiringuitos invaden la arena…
Otoño
En otoño la ciudad toma una tonalidad mágica. La temperatura es suave y la ciudad retoma su ritmo habitual poco a poco (la mayorÃa de los barceloneses abandonan Barcelona durante los meses de verano). A finales de septiembre (se inician el dÃa 24) tienen lugar las fiestas de la Mercè, patrona de la ciudad.
En su honor se organizan conciertos en las calles, festivales pirotécnicos, correfocs (diablos que echan fuego por la boca y persiguen a los valientes que, preparados para la ocasión, se atreven a ponérselos delante) y desfiladas de gegants y capgrossos (muñecos que representan personajes históricos o legendarios que se pasean por las calles). Es un buen momento para conocer las tradiciones locales y mezclarse con los barceloneses.
Clima
Gracias a la influencia del Mediterráneo, Barcelona goza de un clima suave. Los inviernos son frescos, los veranos calurosos y las estaciones de transición pueden acarrear lluvias moderadas.
En los últimos años, sin embargo, se han podido experimentar temperaturas veraniegas en pleno noviembre o frÃo relativo en mayo. Para estar seguros, conviene consultar la previsión meteorológica en la propia web del Ayuntamiento de la ciudad (http://www.bcn.es) o en la del Servicio Meteorológico de Cataluña (http://www.meteo.cat).
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